domingo, 13 de noviembre de 2011

Cap. 17 Me llamo Bastien...

Este capítulo está narrado por Bastien en él quiero explicar sus puntos de vista en la historia

Me llamo Bastien y ayer cumplí 18 años y desde hace dos años me dedico a cantar. Tengo algunos fans en Francia, de donde soy yo, y suelo hacer pequeños conciertos por el país. Soy conocido por tener pequeñas relaciones con mis fans pero desde hace un mes mis productores me pidieron que fingiera salir con Danielle, una chica que quería convertirse en actriz y que si salía conmigo conseguiría más fama y mejores trabajos. Yo acepté porque entonces no sabía que una chica entraría en mi vida. Se llamaba Chloé y la conocí en uno de mis conciertos, en un bar de París, ella estaba entre el público y al salir del concierto me tropecé con ella. Entonces vi sus preciosos ojos verdes y al instante me enamoré de ella. Comenzamos a charlar y me di cuenta de que era perfecta para mí. Pero como siempre, hablé de más y se enfadó conmigo. No podía dejarla escapar, no podía, así que le pedí que me diera la oportunidad de demostrarle que la quería. La llevé a la Torre Eiffel, al jardín Albert Kahn y a Montecarlo. Al volver a París de Montecarlo comenzamos a salir aunque sabíamos que en París debíamos ocultar nuestra relación. Pero ayer durante mi cumpleaños le pedí que viviera conmigo y al principio aceptó pero después me dijo que no quería. Me decepcioné, había luchado tanto por estar con ella y en cambio Chloé no hacía nada por estar conmigo. Parecía que no confiaba en mí y que no me quería. Me sentía fatal porque la persona a la que más quería me estaba demostrando que ella no sentía lo mismo por mí. Dudé de que ella realmente tuviera en cuenta lo que había hecho porque tenía prohibido salir con alguien mientras fingía estar con Danielle y yo me había saltado esa norma. A Chloé no le gustó que dudara de su amor por mí y llamó a su padre para irse de mi casa. Así que supongo que ahora no tengo novia y que mi amor por ella nunca podrá ser correspondido. 

Cap. 16 Volvimos tarde a casa...

Volvimos tarde a casa y ya era de noche. Bastien preparó pizzas precocinadas en diez minutos y las tomamos mientras veíamos una película romántica. Cuando acabó la película comenzamos a charlar:
- Bastien...
-¿Qué?
- Tengo miedo.
- No te preocupes, yo estoy contigo. Si te da miedo la oscuridad, yo te ayudaré.
- No es la oscuridad, tengo miedo de vivir contigo porque no sé si realmente quiero.
Bastien se cayó, me preocupaba que se lo tomara a mal. Aun así no podía irme a vivir con él si realmente no quería.
- Bastien, ¿estás enfadado?
- No, no lo estoy.- hizo una sonrisa forzada y yo me di cuenta de que no estaba siendo sincero conmigo.
- Me ha costado mucho sincerarme contigo ahora así que por favor sé sincero conmigo.
- No estoy enfadado, estoy decepcionado. Ayer me dijiste que vivirías conmigo y hoy me dices que ya no quieres. Ahora en lo que dudo es en si realmente me quieres.
-¡Claro que te quiero!
- Pues no sé si es así porque yo me esfuerzo día tras día para que sepas que te quiero pero tú no haces nada.
- He estado esperando semanas mientras tú te ibas de gira demostrando tu amor por Danielle, ¿acaso crees que si yo no te quisiera aguantaría todo eso?
- Si eres una cazafortunas sí.
- ¡No lo soy! Y tú lo sabes.
- Mira, ahora no sé que creer.
Me levanté y me fui a la habitación llorando. Cogí el teléfono y llamé a mi padre llorando:
- Papá...
- ¡Chloé! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Te ha pegado?! ¡¿Te ha violado?!
- No solo quiero que vengas a buscarme.
Bajé de nuevo al salón y Bastien seguía sentado en el sofá:
- He llamado a mi padre, ahora me vendrá a buscar.
- Vale.
- ¿Esto es el final?
- No lo sé.
En ese momento llegó mi padre, me sorprendió que llegara tan pronto. Todo serió me cogió del brazo y me llevó al coche. En cuanto entré empecé a llorar y mi padre intentaba consolarme, a su manera.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cap. 15 Me desperté y lo primero que vi...

Me desperté y lo primero que vi fueron sus preciosos ojos. No era el color, ni la forma, ni el tamaño. Era aquella mirada, profunda y llena de confianza que me volvía loca. Me traía una bandeja con tostadas y un vaso de zumo de naranja.
- Cuando acabes de desayunar te quiero llevar a un sitio especial.
Claramente intenté desayunar lo más rápido posible.
Me vestí y bajé al salón. Allí estaba Bastien esperándome. Me cogió de la mano y salimos de la casa.
- ¿A dónde vamos?
- Vamos a dar un paseo por el bosque. - No me parecía la idea más romántica comparada con las que había tenido antes pero era bonito. Me arrime a él y nos adentramos en el bosque que rodeaba la casa de Bastien.
- Me encanta este bosque, es tranquilo.
- Por eso quería venir contigo, me parecía muy romántico.- Seguimos paseando y cuando llegamos a un pequeño prado decidimos sentarnos allí.
- ¿Viviríamos aquí?
- Sí, solos, en este precioso lugar.
- Llevamos unas pocas semanas saliendo, ¿en serio quieres vivir conmigo?
- Eres muy especial para mí, nunca me había pasado lo mismo con ninguna otra chica. Eres perfecta para mí. Eres la chica que llevo buscando desde que era niño.
- Yo también sé que tú eres especial pero no sé si esto es lo correcto.
- Te pregunté si querías vivir conmigo y me dijiste que sí, si no quieres dímelo.
- Si que quiero solo que no quiero que sea un error.
- Te juro que no va a ser un error, lo juro.- Me besó y sentí que podía confiar en él.

Cap. 14 Por la cabeza me pasaron cientos de cosas...

Por la cabeza me pasaron cientos de cosas rápidamente. Cuanto más me lo pensaba, más nervioso veía a Bastien lo que me hacía pensar aún más. No sabía que contestar. Mis padres no lo aceptarías, sus padres no lo aceptarían, Danielle no lo aceptaría. Entonces entré en razón y me di cuenta que lo único que importaba era lo que yo quería. Así que contesté:
- Sí, viviré contigo.- Bastien me besó y mostró su mayor sonrisa.
- Primero deberías preguntarle a tus padres pero por lo menos vamos a disfrutar de este fin de semana.- Esta vez fui yo la que le besé. Es que no podía haber chico más perfecto en el mundo.
- ¿Y qué vamos a hacer estos dos días?
- Ya lo verás mi amor, ya lo verás.

martes, 8 de noviembre de 2011

Cap. 13 Llegó el fin de semana...

Llegó el fin de semana y con él el cumpleaños de Bastien. No era un cumpleaños cualquiera, era su 18 cumpleaños, este viernes ya sería considerado una persona mayor de edad. Tenía muchas ganas de pasar ese fin de semana con él y celebrar su cumpleaños. Me maquillé mucho y por primera vez me atreví a poner tacones. Además, me puse un largo abrigo de piel, sintética, que mi madre llevaba a cenas importantes para parecer más sofisticada y elegante.
No es que me sintiera más guapa así, me sentía más mayor. Ahora que el cumplía 18, parecía que era 3 años más pequeña que él aunque mi cumpleaños era dentro de 2 meses. Al ser su 18 cumpleaños me hacía pensar que era muy joven para él y que buscaba una chica con una edad más cercana a la suya. Solo podía pensar en eso de ida a su casa. Estaba tan nerviosa que me temblaban las piernas y de vez en cuando tenía algún escalofrío.
Llegué en 30 minutos a la casa de Bastien. Unos segundos antes de timbrar a la puerta abrió. Seguramente me vio por alguna ventana antes de entrar lo que significaba que estaba impaciente por mi llegada. Entré en la casa y lo que más me sorprendió fue que no había nadie allí además de Bastien y yo.
- ¿No tienes amigos ni familia que quieran celebrar tu cumpleaños?- Bastien cogió mi abrigo y lo colgó en una percha.
- Sí, lo que pasa es que quería celebrarlo con la persona más importante en mi vida.- Me sonrojé pero lo hice aun más cuando Bastien me cogió de la mano y me llevó a su habitación.
Como la última vez que estuve allí, nos sentamos al pie de su cama de la mano. Posé mi bolsa, en la que llevaba todo para el fin de semana, en la cama y comenzamos a charlar.
- A mi padre le costó dejarme venir, ahora voy a tener que limpiar los platos durante dos semanas.
- Me encanta que hagas esos sacrificios por mí.
- Y a mí... me encantas tú.- Bastien sonrió y seguidamente me besó.
Bastien me empujó y se colocó sobre mí. Yo le acariciaba y el me agarraba por la cintura. Sentía su aliento porque nuestras bocas estaban cerca, pero no lo suficiente para llegar a besarnos.
- Chloé quiero que sepas que te quiero y que nunca dejaré de hacerlo.
- Lo sé porque yo siento lo mismo por ti.
Bastien me volvió a besar.
- Quiero que vivas conmigo. - En cuanto dijo eso me incorporé y me senté en la cama. No sabía que responder. Me quedé callada y Bastien notó que pasaba algo.


- Chloé, ¿te gustaría vivir conmigo?


domingo, 6 de noviembre de 2011

Cap. 12: Me aterraba la soledad...

Me aterraba la soledad, llevaba semanas sin ver a Bastien debido a su gira y lo que más me aterraba era que estuviera con Danielle. No confiaba en ella, era fría, distante y parecía que lo único que pretendía era apartar a Bastien de mi lado. Tenía en mi habitación un calendario y apuntaba con un * todos los días que no lo veía y pensaba que ese sería el último * pero nunca lo era. Me empezaba a acostumbrar a la soledad cuando debería estar todos los días con mi novio aunque a veces dudaba de si realmente éramos novios. Aburrida, empecé a jugar en el ordenador e hice una cosa que nunca se me habría ocurrido hacer, mirar el correo electrónico. Entonces ahí vi 25 e-mails de Bastien. En ellos me hablaba de los sitios en los que estaba, de cuanto me echaba de menos etc excepto en el último, el de ayer, que tan solo ponía:
"Mañana vuelvo así que a las 20:00 tienes que estar en casa, sola"
Eso quería decir... ¡que volvería hoy! Madre mía, volvería hoy, volvería hoy, ¡volvería hoy! Empecé a bailar sin música en la habitación como una loca. Tenía que prepararme para la ocasión. Estuve toda la mañana nerviosa pensando en lo que pasaría esta noche. Por la tarde intenté convencer a mis padres para que se fueran a cenar a las siete y media para tener la casa para mí sola... y para Bastien. Mis padres salieron sin rechistar y me quedé viendo un rato la tele. Y justo a las 20:00 timbraron a casa.
Abrí la puerta y ahí estaba Bastien con una rosa. No dijo nada como si me tuviera miedo y eso era bastante normal porque hacía mucho que no nos veíamos.
-Pasa, no tengas miedo.- le dije con una sonrisa.
-No tengo miedo, no hay razón para tenerle miedo a tu chica.- Sonrió con picardía y se sentó en el sofá. Me hizo un gesto para que me sentara a su lado y al sentarme apoyó su brazo en mi hombro.
-¿Qué tal?- Yo también tenía miedo así que le hice una pregunta bastante estándar.
- Bien estuve por muchos sitios de Francia: Lyon, Marsella, Cannes etc. pero te echaba mucho de menos.
- Yo también te he echado de menos.
Estaba nerviosa y llena de miedo como cuando vas nuevo a un colegio y te pasan miles de cosas que hacer y decir y al final acabas sin decir ni hacer nada. Me aparté un poco de él pero después, sin razón alguna, me acerqué rápidamente a él y le besé.
El mundo se paró y lo único que me importaba eran sus labios besando los míos y sus cálidas manos acariciando mi piel.
- Cariño.- Me encantaba que me llamara así.
- ¿Sí?
- Me gustaría estar contigo así toda la vida, pronto será mi cumpleaños.
- Lo sé.
- Y me gustaría que estuvieras ese fin de semana en mi casa.
Me quedé pensando un rato.
- Si
Después nos pasamos toda la noche acurrucados hablando de todo lo que nos había pasado.